D.III de Cuaresma (B) Jn.2,13-25. 3 de marzo de 2024
Jesús expulsa a los vendedores y cambistas, que han hecho del templo un mercado y anuncia la destrucción de ese viejo templo y la reedificación del nuevo templo: Cristo resucitado en el que toda persona adquiere su verdadera estatura y dignidad. La persona es el templo donde habita el Espíritu santo.
Pero el mundo en que vivimos ha convertido el templo de la persona en un puro mercado cuyo centro lo ocupa el máximo beneficio mercantil y financiero. El universo entero, la vida y la historia es un inmenso mercado alimentado sin freno por el “paradigma tecnocrático” y el consumismo.
Necesitamos des-mercantilizar la vida y la persona. Por eso la Cuaresma nos invita a la CONVERSIÓN del consumismo mediante el AYUNO, es decir examinando nuestro nivel y estilo de vida para programar un modo de vivir que nos lleve a una austeridad compartida, a un verdadero “DECRECIMIENTO”.