Es un punto álgido en la trayectoria de Jesús. Su vida y su anuncio era tan a contracorriente, que la gente normal de la calle (de sus caminos polvorientos), con su religiosidad y sus tradiciones a cuestas no podían pensar otra cosa, sino que estaba loco… Incluso su familia, y su madre…
Seguir a Jesús en las circunstancias en que vivimos es cosa de locos… Defender la libertad por
encima de la seguridad, la fraternidad por encima del
individualismo, la verdad por encima de la mentira organizada, la paz por encima de la guerra, la democracia por encima del caudillismo… ¡Cosa de locos! ¡Cosa de sabios, pero de otra sabiduría, que era y es la de Jesús!
Don Tomás Priego Martínez.